Por lo general, se deben suplementar todas las vitaminas hidrosolubles, como las vitaminas B1, B2, B6, B12, el ácido fólico, la niacina, el ácido pantoténico, la biotina y una pequeña dosis de vitamina C. Aunque algunas personas dicen que las «megadosis» de vitamina C son buenas para la salud, los pacientes de diálisis deben evitar, por todos los medios, tomar grandes cantidades de vitamina C. El cuerpo la descompone hasta convertirla en una sustancia denominada «oxalato», que puede acumularse y depositarse en los huesos y en las articulaciones y producir dolor.